La celebración de Obon dura tres días, que son de intensa actividad familiar que se centralizan en preparar, adornar e iluminar los santuarios familiares (Butsudan, Totome o Ihai) para recibir a los espíritus de los ancestros. Es también la época de los regalos (Chugen), que se obsequian a los amigos y familiares como símbolo de agradecimiento.
En gratitud por el don de la vida que hemos recibido, se baila, no solamente por los antepasados, sino con ellos. Tras la repetición de pasos de los bailes que han sido transmitidos de generación en generación, experimentando la presencia vibrante de las multitudes que han vivido antes que nosotros.