Cada 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, personas de todo el mundo aúnan esfuerzos para generar una mayor conciencia de lo que supone el VIH/SIDA y mostrar solidaridad internacional ante la pandemia.
A nivel internacional, la disminución de las nuevas infecciones por el VIH entre las personas adultas se ha estancado, en los últimos cinco años se han producido 1,9 millones de nuevas infecciones anuales por el VIH en esta etapa de la vida. La organización ONUSIDA pone de manifiesto que los esfuerzos de prevención del VIH deben multiplicarse para que el mundo mantenga la Acción Acelerada para poner fin a la epidemia del sida para el año 2030.
Sigue siendo necesaria su celebración anual por la magnitud de la epidemia, especialmente dramática en los países más pobres. Dado que no hay una vacuna, ni un tratamiento curativo disponible, el abordaje del problema se basa en la prevención mediante la educación, la información y la sensibilización, y en un diagnóstico precoz.