La Fiesta de Janucá (Hanukkah) comienza al anochecer de la víspera del 23 de diciembre, y las celebraciones se extienden durante ocho días. Estas fechas cambian todos los años, pero siempre tiene lugar durante el mes de diciembre.
El Janucá conmemora la derrota de los helenos, la recuperación de la independencia judía, y la posterior purificación del Sagrado Templo de Jerusalén que había sido tomado por el Imperio Greco-Sirio e impedía a los judíos profesar su fe.
Según tradición ocurrió un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una ínfima cantidad de aceite. Esto dio origen a la principal costumbre de esta festividad, que es la de encender de forma progresiva un candelabro de nueve brazos conocido como Menorá de Janucá.
Las Luminarias de Janucá se encienden al atardecer, que es cuando comienza el día según la tradición judía. Es costumbre encender progresivamente las velas, una la primera noche, dos la segunda, y así sucesivamente hasta completar las ocho. Una “vela extra” conocida como shamash (la vela que está al servicio, en lo alto) se enciende primero y se emplea para encender a las demás. Gracias a este candelabro, los niños de la casa pueden saber en qué noche de Janucá están, simplemente contando las velas (la más alta no se contabiliza).
El Janucá es una festividad muy especial para todos los judíos. Es una de las celebraciones más importantes del calendario de fiestas judías junto con el Pésaj (Pascua) y el Año Nuevo Judío.